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Vehículos conectados: ¿Qué pasaría s...

Vehículos conectados: ¿Qué pasaría si… los coches pudieran hablar?

Los automóviles de hoy están repletos de tecnología, pero para comunicarnos con otros vehículos de cuatro ruedas y otros usuarios de la carretera, todavía lo hacemos mediante intermitentes, bocinas y luces de Freno. Pero todo eso va a cambiar en el futuro. Los coches se comunicarán entre sí y con su entorno, y eso supondrá un gran paso adelante para la seguridad, el flujo de tráfico y la eficiencia de los vehículos…

Casi toda la industria automovilística está trabajando diligentemente hacia los coches autónomos. Muchas de estas tecnologías avanzadas ya se pueden ver en los automóviles actuales en forma de sistemas de seguridad activa, como sistemas de mantenimiento de carril, control de crucero controlado por radar, sistemas de frenado Automático de emergencia y similares. Es una tecnología ingeniosa, pero esas son solo algunas piezas del rompecabezas más amplio hacia los automóviles autopropulsados. Una de las principales piezas que faltan es la tecnología que permite a los automóviles comunicarse con su entorno. En la jerga, esta tecnología se llama V2X (Vehicle to Everything). Es un Nombre: colectivo para todo tipo de tecnología de comunicación como V2V (vehículo a vehículo), V2I (vehículo a infraestructura), V2D (vehículo a dispositivo, como teléfonos inteligentes), V2P (vehículo a peatón) y V2N (vehículo a red). Al fin y al cabo, el coche autónomo del futuro tendrá que ser consciente de su entorno y también debería ser capaz de reaccionar adecuadamente. Esto sólo es posible si existe comunicación.

Mirando hacia el futuro

Las nuevas tecnologías conectadas complementan los sensores existentes y permiten a los vehículos «ver» más lejos y «comunicarse» con otros vehículos, la infraestructura, los peatones y la red. Por ejemplo, se puede avisar a un conductor cuando un vehículo que todavía no está a la vista ha frenado, evitando así un posible accidente. Este sistema también se llama «horizonte conectado». Los vehículos conectados reciben una advertencia si se acercan a una zona de peligro, por ejemplo al salir de una curva o detrás de una colina, y pueden reducir la velocidad antes. El sistema funciona tanto en conducción Manual como en conducción autónoma, por lo que beneficiará enormemente la seguridad vial, independientemente del nivel de autonomía. Lo mismo ocurre con el flujo de tráfico. Los atascos de tráfico se producen no sólo porque las carreteras no tienen suficiente capacidad, sino sobre todo porque los conductores Freno para luego volver a acelerar. Esto provoca un efecto acordeón, lo que provoca atascos de tráfico. Los vehículos que se comuniquen podrán ajustar su velocidad mutuamente, garantizando así un flujo de tráfico más fluido. Esto también tiene un efecto positivo en el consumo de combustible y las emisiones. Y el mantenimiento también se encamina hacia una revolución. El mensaje de su ordenador de a bordo informándole de su inminente necesidad de mantenimiento será sustituido por un enlace directo con el constructor y/o concesionario, siendo incluso posible concertar citas de mantenimiento Automático por parte del vehículo. A partir de ahora, las actualizaciones de software también podrán realizarse en línea a través de redes 4 G (y 5 G en el futuro), al igual que los diagnósticos en tiempo real en caso de averías.

Los teléfonos inteligentes como solución alternativa

Las grandes empresas tecnológicas como Google y Apple ya han tenido una participación importante en el desarrollo de aplicaciones para la industria automotriz. También juegan un papel importante en la carrera hacia la conectividad, con aplicaciones como Apple CarPlay y Android Auto. Las aplicaciones de navegación populares como Waze (propiedad de Google) son en sí mismas plataformas de comunicación peer to peer que permiten a los conductores compartir información sobre el tráfico. Ya puedes usar Waze a través de Android Auto, y Apple CarPlay pronto facilitará el vínculo con Waze y otras aplicaciones de navegación.

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